POR FIN !
ya no queda nada para mi operación!
todo el bulling que sufrí cuando niña, la falta de vista que aumentaba año a año, la pérdida de la profundidad gradual, mi miedo a que supieran que usaba lentes de contacto por ser tildada de vanidosa, las heridas que se me hacían en la córnea por no saber usarlos correctamente, el dinero mal gastado en las semi rígidas que jamás pude usar cómodamente, los malos ratos que pasé por médicos y contactólogos negligentes, la lucha que dieron mis padres y el apoyo que me dio la gente, POR FIN VALE LA PENA, porque aunque no tengo la fecha, no queda nada para poder operarme!!!
Quiero darle las gracias a todas las personas que me escucharon cuando no paraba de llorar porque creía que ya quedaría ciega, a quienes me han guiado en la calle porque no debo usar mis lentes para descansar los ojos, a los que a pesar de creerme irresponsable y odiosa, saben que mis ojos están antes que cualquier vínculo con alguien y lo respetan y comprenden así, a mi pololo que SIEMPRE me dio las fuerzas para no caer en la desesperanza, en mi madre que siempre estuvo presente para buscar soluciones, a mi padre, que a pesar de que teníamos una relación que iba y venía, nunca me dejó sin la posibilidad de ver, a mi hermano, que incondicionalmente estaba a mi lado para pelear por mis derechos cuando los veían sobrepasados por gente sin escrúpulos y a todos mis amigos que siempre me dieron consejos y que cuando me desmoronaba, me prestaban su hombro y nunca se aburrieron de escucharme tanto cosas buenas, como cosas malas.
Cuando te falta un sentido TAN importante como la vista, dejas de ver a los ciegos como chantas que solo piden plata en la calle, te compadeces de que la gente pasa frente a ellos y no los ayudan y además los admiras por la capacidad de sobreponerse a la adversidad, sobretodo en esta ciudad, Santiago es una trampa mortal para quienes no vemos y no me cansaré nunca de ayudar y guiar a quien lo necesite más que yo. Si me conoce y ve a alguien así en la calle, piense que esa persona, pude haber sido yo.
Ahora y después de secarme las lágrimas, solo me queda pensar en todo lo bueno que se me viene, la posibilidad de poder estudiar, trabajar más horas a la semanas, ver el mundo CON MIS OJOS, comprarme los lentes que ahora yo quiera y que me combinen con la ropa! y salir con ellos sin vergüenza a que la gente te mire mal.
Ya quiero que llegue esa mañana en que abra los ojos y tenga LA revelación que he estado esperando por más de 20 años.
ya no queda nada para mi operación!
todo el bulling que sufrí cuando niña, la falta de vista que aumentaba año a año, la pérdida de la profundidad gradual, mi miedo a que supieran que usaba lentes de contacto por ser tildada de vanidosa, las heridas que se me hacían en la córnea por no saber usarlos correctamente, el dinero mal gastado en las semi rígidas que jamás pude usar cómodamente, los malos ratos que pasé por médicos y contactólogos negligentes, la lucha que dieron mis padres y el apoyo que me dio la gente, POR FIN VALE LA PENA, porque aunque no tengo la fecha, no queda nada para poder operarme!!!
Quiero darle las gracias a todas las personas que me escucharon cuando no paraba de llorar porque creía que ya quedaría ciega, a quienes me han guiado en la calle porque no debo usar mis lentes para descansar los ojos, a los que a pesar de creerme irresponsable y odiosa, saben que mis ojos están antes que cualquier vínculo con alguien y lo respetan y comprenden así, a mi pololo que SIEMPRE me dio las fuerzas para no caer en la desesperanza, en mi madre que siempre estuvo presente para buscar soluciones, a mi padre, que a pesar de que teníamos una relación que iba y venía, nunca me dejó sin la posibilidad de ver, a mi hermano, que incondicionalmente estaba a mi lado para pelear por mis derechos cuando los veían sobrepasados por gente sin escrúpulos y a todos mis amigos que siempre me dieron consejos y que cuando me desmoronaba, me prestaban su hombro y nunca se aburrieron de escucharme tanto cosas buenas, como cosas malas.
Cuando te falta un sentido TAN importante como la vista, dejas de ver a los ciegos como chantas que solo piden plata en la calle, te compadeces de que la gente pasa frente a ellos y no los ayudan y además los admiras por la capacidad de sobreponerse a la adversidad, sobretodo en esta ciudad, Santiago es una trampa mortal para quienes no vemos y no me cansaré nunca de ayudar y guiar a quien lo necesite más que yo. Si me conoce y ve a alguien así en la calle, piense que esa persona, pude haber sido yo.
Ahora y después de secarme las lágrimas, solo me queda pensar en todo lo bueno que se me viene, la posibilidad de poder estudiar, trabajar más horas a la semanas, ver el mundo CON MIS OJOS, comprarme los lentes que ahora yo quiera y que me combinen con la ropa! y salir con ellos sin vergüenza a que la gente te mire mal.
Ya quiero que llegue esa mañana en que abra los ojos y tenga LA revelación que he estado esperando por más de 20 años.
